En cierto programa de radio, una "autoridad" en cine decía que la industria hollywoodense y la nacional estaban pasando por una crisis de creatividad y que por ello el documental estaba tomando un nuevo auge.
Me quedo pensando si en realidad hay una crisis de ideas o la huelga de escritores o la manga del muerto y llego a la conclusión de que el problema no es la falta de ideas, sino la cerrazón a no querer aventurarse a explorar las nuevas.
O tal vez si hay una crisis de ideas. A veces le pregunto a amigos creadores de donde salen sus ideas (como en la mítica serie de Ray Bradbury) y las respuestas son variadas pero en general se limitan a dos universos: el arte y la vida.
¿Cuántas veces no escuchamos una canción, sin entender la letra, y nos imaginamos paisajes y lugares, personajes y eventos? ¿Cuántas veces una estátua no nos hace evocar seres sobrenaturales, héroes y villanos? ¿O algo que nos pasa se convierte en una reflexión sobre los porqués de la vida y como se revelan?.
Entonces medito un rato sobre los artistas que se clavan en la estética del HALO, la música Jap-Pop o las películas de Jerry Bruckheimmer y se vuelve evidente en dónde está la crisis de ideas: De un "dieta deficiente" de inspiración, de una vida carente de experiencias, y no se trata de viajar mucho o ver mucho, sino de tener la mente abierta a lo que se nos muestra.
Cierto, todos tenemos gustos particulares, cuestiones no resueltas (ahi está Roger Waters con sus broncas de que "su papá se fue a la guerra" y de ahí salió "The Wall"; los "body-horrors" de David Cronenberg ; o la "etapa negra" de Francisco de Goya y Lucientes) y es válido ejercer una catarsis para liberarse de ellas, sin embargo creo que es importante no quedarse ahí... y esto lo estoy aprendiendo apenas, aclaro. Pero de tener asuntos no resueltos a no querer moverse a historias nuevas, pues hay un trecho que creo, muchos autores no quieren recorrer y salvar.
(A volar)
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ResponderEliminarAlguien con quuien platicaba sobre si faltaban historias me dijo: "No faltan historias, hay muchas y muy buenas" Entiendo desde entonces que lo de la crisis de ideas obedece a algo mercadotécnico y no a algo creativo, ya se agotó todo lo que estaba probado que funcionaría económicamente.
ResponderEliminarPor otro lado quien presuma de ser buen escritor te asegurara que una idea para él no es buena ni es mala, que es su talento lo que lo hace imaginar una historia sobre ella.
Ahora bien yo sí creo que existen por ahí buenas ideas, de hecho los últimos años me la he pasado buscándolas; pero estoy seguro que más importante es esa predisposición por buscarlas sino esta buena idea puede pasar frente a las narices de uno sin darse cuenta.