martes, 29 de abril de 2008

El mejor comic que lei ese año...

Saludos.

Se acaba el mes mis niños, se acaba y mañana festejarán su día. En honor a lo que hace grandes a los niños y que debemos de alimentar hasta la vejez, hoy hablaré de una historia que me inspira, más alla de quejarme de las cosas que no me gustan.

¡No dejen de soñar, los sueños son el motor de la realidad!

Sandman # 13: Men Of Good Fortune






Escritor: Neil Gaiman
Trazo: Mike Zulli
Tintas: Steve Parkhouse
Letras: Klein
Color: Busch
Publicación: Marzo 1990 (DC Vertigo - USA)









Para aquellos que no conozcan a Sandman, baste con saber que es la encarnación de el Sueño, es decir, del dios conocido como Morfeo. Tiene seis hermanos: Deseo - que es un(a) cabron(a), Destino - un tipo con un gran libro que lo tiene todo escrito, Desesperación - una gorda monstruosa y melancólica que usa piercings, Delirio - una encantadora loquita, Destrucción - un hermano hace mucho tiempo perdido, y finalmente Muerte - con quien se lleva mejor, y quien tiene una hermosa perspectiva de la existencia.
Bueno, la historia empieza en medio de la peste negra en el siglo XV, donde un inglés llamado Robert Gadling discute entre copas con sus amigos: Segun él, no tenemos porque morir, lo hacemos porque todo lo demás del universo lo hace, ¡hay tantos lugares por conocer, tantas cosas por hacer!... mientras arguye esto, Sueño y Muerte deciden poner a prueba la hipótesis del hombre y le conceden 100 años de inmortalidad, cosa de la que Gadling se entera con una simple conversación que sostiene con Morfeo:



- ¿Oi que no tienes intención alguna de morir?
- Um. Si. Si!. Asi es! Es solo una trampa y no caeré en ella.

- Entonces debes decirme que se siente... Encontremonos aquí de nuevo, Robert Gadling, en esta Taberna de El Caballo Blanco. En 100 años.

Naturalmente los bohemios que atestiguan la escena se burlan de Robert, le preguntan quien diablos era ese tipo (notese que el buen Morfeo es bastante pálido y además sus ojos brillan) el responde que no lo sabe, pero le preguntará en 100 años.

¡Y lo hace! 100 años mas tarde, se reencuentran y Morfeo le explica que "la Muerte no lo tocará a menos que él lo deseé" ya que está interesado en ver el efecto del experimento. Así transcurre su primera reunión, y Robert no desea morir: en esos 100 años ha sido bandido, soldado y ahora esta intrigado por la imprenta, ¡claro que no desea morir! "Esto es mejor que los gusanos de la tumba" responde.

100 años mas pasan: Inglaterra tiene una era dorada de comercio bajo el dominio de los Tudor, "La fortuna le sonríe a todos los ingleses" y Robert es un hombre rico y tiene una hermosa familia. "¡No hay mas a donde ir, que para arriba!" Brinda.

Esa misma noche, Morfeo conoce a Shakespeare, un joven dramaturgo a quien le encargará una pequeña obra para su amigo Oberón: Sueño de una noche de verano... pero eso es otra historia.

Con 300 años extras vividos encima, el siguiente encuentro de los dos personajes es muy diferente: Robert esta en la ruina, vio a su esposa morir al dar a luz y a su hijo a los 20 años en una riña de cantina, ha despertado sospechas y quisieron ahogarlo por brujo. "He odiado cada segundo de los ultimos 80 años" se queja amargamente. "¿Y aun deseas vivir?, ¿No anhelas el descanso de la muerte?". Después de una pausa, Roberto sonríe y repite su argumento: "La muerte es solo una trampa, y aun tengo mucho por vivir"

Para el siglo XVIII, en la noche acordada, Robert y Morfeo toman el te y platican con cierta familiaridad, más allá de si mismo y de si quiere o no vivir mas tiempo, quisiera saber mas sobre el hombre pálido con quien se reune cada 100 años... Lamentablemente son interrumpidos por Lady Constantie (bisabuela de Hellblazer) que cree que ellos son diablo y el judio errante, que según las consejas populares se ven siempre en el mismo lugar, la misma noche, cada siglo. Morfeo sale caminando tranquilamente con Robert después de deshacerse de la dama sin esfuerzo.


El tiempo sigue su curso: Las calles de Londres son oscurecidas por la niebla, los asesinatos a prostitutas y el hollín de las máquinas de carbón. Robert cuestiona esa noche a Morfeo:

- ¿Sabes? Se porque nos encontramos aqui siglo tras siglo. No es porque quieras ver que le pasa a un hombre que no muere. Ya has visto que pasa. Eso lo has visto desde el principio. Yo creo que estás aqui por algo mas

- ¿Y que podría ser eso?

- Amistad. Creo que te sientes solo.

- ¡¿Cómo te atreves a implicar que yo me haria amigo de un mortal!? ¡¿ Que alguien como yo necesite compañía?! ¡Y te atreves a decir que me siento solo!

- Si. Me atrevo. Te dire algo: Estaré aqui en 100 años, si tu vienes es porque somos amigos, y no por otra razón. ¿De acuerdo?



Pero Sandman... Morfeo, el dios del sueño, se retira indignado del lugar.

El final de esta historia, la noche del encuentro de Sandman con Robert Gadling, que ocurre a finales del siglo XX, no la contaré porque la arruinaría. Solo puedo decirles que busquen este comic, realmente vale la pena leerlo.

Porque hay tantas cosas que observar, que vivir, que hacer, lugares a donde ir en este mundo... que no nos bastarían 500 años para verlo todo.

Y en el camino, no olviden abrir bien los ojos para hallar a esos compañeros de viaje que al final de nuestra vida, solo contamos con los dedos de una mano.

(A volar... y a soñar)

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